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Hacia una verdadera conciliación de la vida laboral y familiar

Para muchas familias compaginar su tareas cotidianas con su trabajo aún es un problema, máxime cuando llega un nuevo integrante a la misma. La extendida idea de que la contratación de mujeres supone un mayor coste económico que la de hombres para la empresa es falsa, ya que la Administración ofrece ayudas y bonificaciones para mitigar el gasto extra que suponen el permiso por maternidad, las reducciones de jornada y periodos de excedencia para el cuidado de los pequeños, así como la contratación de sustitutos. También hay que tener en cuenta que los padres pueden optar a esos mismos derechos, y que cada vez son más los que se acogen a esta posibilidad.

Recientemente, durante la inauguración de las jornadas que la Asociación Mujeres para la Democracia organizó en Burgos, la presidenta de la Asamblea de Madrid, Concepción Dancausa afirmó que para que las familias puedan hacer realidad la conciliación es preciso "cambiar la mentalidad de la sociedad, para que los hombres se tomen el cuidado de los hijos y de los mayores dependientes como una corresponsabilidad en las labores familiares". Además, considera que las dieciséis semanas que se conceden a las mujeres por maternidad son suficientes, ya que pueden acogerse además a otras medidas complementarias de hasta 3 años, como las excedencias y la reducción de jornada. A su juicio, las principales dificultades que se encuentra una madre tras el permiso de maternidad es la reincorporación al trabajo, esencialmente debido a la instauración de nuevas tecnologías en el ámbito laboral y señaló que algunas empresas están adoptando medidas complementarias en este sentido.

La legislación vigente en nuestro país trata de mitigar desigualdades e incentivar la contratación estable de las mujeres, estableciendo desde septiembre de 1998 la medida conocida como "Coste 0", por la cual, durante los meses que dura la baja por maternidad de una embarazada (cuatro a partir del nacimiento o adopción, que pueden haberse incrementado por motivos de salud) los empresarios no abonan cotizaciones por el trabajador que sustituye a quien disfruta de la baja parental, ya sea el padre o la madre. Además, mediante el acuerdo firmado entre el Gobierno, CCOO, UGT, CEOE Y CEPYME en abril de 2001 y prorrogado en años sucesivos hasta la fecha se prevé durante un máximo de un año una bonificación del 100% de la cuota empresarial de las mujeres que se incorporen al puesto de trabajo después del permiso de maternidad.

Sin embargo, todavía existen importantes lagunas como la falta solución al problema que provoca buena parte del absentismo femenino: la atención de enfermedades no graves o que no requieren hospitalización. Se produce, así, la paradoja de que el resfriado o la varicela de un hijo menor no generan el derecho a un permiso retribuido, mientras que las guarderías y escuelas no aceptan a los menores por el peligro de contagio, dejando a los padres la única salida de faltar al trabajo ante la ausencia de otras alternativas. Se auguran "posibles reformas legislativas ante los cambios en la sociedad y en la familia", aunque Dancausa precisó que la Ley del año 1999 fue un avance extraordinario.

No debemos dejar de recordar que España es el país de la UE con la tasa de ocupación femenina más baja, y, al mismo tiempo, constituye uno de los países europeos con menores niveles de natalidad si bien es cierto que esta tendencia está comenzando a remitir.

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