¿Cómo trabajar con equipos naturales?
En esta ocasión trataremos las claves del trabajo con equipos naturales.
El interés que suscita el tema viene dado fundamentalmente por los reiterados comentarios que habitualmente recogemos después de una intervención, en el sentido de:
• "Muy bonito pero no se puede llevar a la práctica."
• "Una cosa es la teoría y otra hacerlo."
• "Esto tendrían que enseñárselo a nuestros jefes."
• "Aquí muy bien, pero luego el día a día..."
• Etc.
Es decir, comentarios que a todos nos suenan.
En Vivencia y Talento Consultores comenzamos a trabajar con diferentes clientes bajo la perspectiva de equipo natural, es decir, con grupos de personas que de manera habitual tienen que trabajar de forma conjunta, hasta la fecha, el resultado ha sido sorprendente, para nuestros clientes y para nosotros y es por ello que queremos compartirlo.
¿Y por qué no trabajar más con equipos naturales?
La formación y entrenamiento basada en grupos naturales contribuye a mejorar la posición competitiva a través de la mejora continua en la comunicación, los procesos y la consiguiente implicación por parte de todos.
Es curioso cómo durante años nos hemos empeñado en constituir grupos de formación "¿homogéneos?" que en algunos casos compartían más diferencias que similitudes.
En muchas ocasiones, estos colectivos reviven en el aula las frustraciones propias del día a día, coincidiendo eso sí, en las dificultades para poder sacar el trabajo adelante, en los problemas burocráticos de la organización o en la falta de escucha por parte de sus superiores.
Da igual con qué colectivo se trabaje, ya sean directivos, mandos intermedios, empleados u operarios, las quejas siempre son las mismas.
De lógica sería pensar, que, por ejemplo, si un director de zona ha de relacionarse con un número finito de directores de oficina, el entrenamiento se realice de manera conjunta. Pensemos por un momento en lo buenos que son los ejercicios de role play o la dinámica de casos y reflexionemos por un instante en cuán mejor no serían, si los realizásemos con los verdaderos protagonistas. Entonces, convertiríamos estos ejercicios de "teatro" en verdaderas simulaciones de lo que nos podría pasar en situación real ¿No es interesante?.
Por seguir con el ejemplo, imaginemos un jefe de sección recibiendo una formación con otros jefes de sección: Está claro que tienen en común una parte importante de procedimientos de trabajo, pero sin duda hay algo que queda en el aire y es precisamente cómo puede después trabajar cada uno de estos jefes de sección, en áreas diferentes, con equipos distintos en cantidad y cualidades, situaciones que no se parecen, etc... ¿Sería positivo realizar a continuación acciones con equipos naturales?, ¿sería rentable trabajar directamente con los que tendrán que funcionar cada día?.
Esta filosofía siempre ha sido mejor entendida desde los procesos de fabricación, recordemos los círculos de calidad, unidades elementales de producción, células, etc. En estos casos la rentabilidad se ve, es un dato objetivo. ¿Por qué entonces cuesta tanto implementar esta práctica en otros sectores?. Para responder a esta pregunta se suele recurrir a la madurez de la organización, si bien, podemos identificar otros dos factores:
- Primero, la dificultad de cuantificar en términos económicos la ventaja de mejorar en el cómo se hacen las cosas.
- Y segundo en el hábito del parcelamiento departamental, por jerarquías e incluso por zonas geográficas o físicas.
Y decimos hábito, porque en verdad es así como nos expresamos cuando decimos cosas como:
"desde zona...", "en la central...", "en compras...", "en tienda...", "las oficinas...", "los comerciales...", etc.
Si bien sabemos que estos colectivos no tienen sentido si no es en relación con los demás.
No obstante, se han realizado muchos esfuerzos para materializar esta relación acuñando incluso términos como cliente interno, pero quizás el verdadero éxito resida en completar cada intervención con acciones destinadas a entrenar mediante equipos naturales.
Sin ánimo de realizar un listado de inconvenientes y ventajas, sí nos gustaría compartir algunas reflexiones al respecto. Por ejemplo, con frecuencia escuchamos que es difícil reunir a los equipos naturales sacándoles de su trabajo...pero,... si han de trabajar juntos, quizá lo difícil habría de ser lo contrario, ¿No?.
Otra cuestión muy generalizada es que puede resultar violento o demasiado real. Por nuestra parte pensamos que cualquier esfuerzo por cohesionar al equipo y reducir las fricciones que pueden estar distorsionando su funcionamiento, siempre será más rentable que silenciarlas o exponerlas como protesta en vacío. ¿Y acaso no se nos pide realidad?.
Por otro lado y por nuestra experiencia, sabemos que la cooperación y el intercambio favorecen el desempeño y que el compromiso se consigue cuando se verbaliza y se asiente ante el equipo, esto es implicación. Con una buena metodología, con transparencia y claridad es fácil estrechar estos vínculos en los equipos.
En multitud de acciones formativas encontramos como objetivo:
"Desarrollar las habilidades directivas, conceptuales y prácticas que permiten dirigir e integrar equipos de trabajo altamente eficientes, generando ambientes productivos y de calidad humana, reduciendo los conflictos e incrementando las relaciones interpersonales."
Pero resulta francamente injusto cargar sobre los hombros de una sola persona todo esto ¿Y si trabajásemos con el equipo natural el objetivo siguiente?:
"Desarrollar en los miembros del equipo las habilidades necesarias para interrelacionarse según su papel, manejando herramientas que les permitan identificar y reducir los conflictos, así como incrementar la calidad de las relaciones".
Así, sin pensarlo demasiado ¿Qué objetivo puede contribuir a una mejora real, palpable y medible?.
Quizá tenemos que pasar del "motivar" o "involucrar" al "¡Vamos a hacerlo!".
Es un reto, sin duda. Un reto para todos, Nosotros lo hemos aprendido, más de lo que lo hemos enseñado. Siempre decimos que trabajar con equipos naturales es otra historia. Ahí sí que todos nos jugamos mucho, ahí no cabe fingir o interpretar, las reglas están sobre la mesa, todos las conocemos y se trata de jugar con ellas para sacar el máximo partido.
Desde aquí nuestro más sincero agradecimiento a quienes han confiado en nosotros para sacar adelante estos proyectos y nuestro apoyo y experiencia para quienes se animen a buscar fórmulas nuevas de avance.
Quedamos, como siempre, a vuestra disposición para facilitaros más información sobre nuestra experiencia con equipos naturales.