Como siempre, antes de contestar a la pregunta, vamos a pensar en qué deseamos como organización y qué nos mueve como trabajadores:

1. Toda empresa de éxito quiere desarrollar y conservar su talento ya que esto permite incrementar resultados de negocio y proporcionar valor a largo plazo. Es decir, que la fuerza laboral y las prácticas administrativas estén en contacto con las estrategias.
   
   
2. Como demuestran todos los estudios, las personas quieren lo mismo que siempre han querido: Respeto, confianza, control sobre lo que hacen, orgullo de sus logros, perspectiva de aprender, reconocimiento, interacciones cordiales, un tratamiento justo y la oportunidad de llevar una vida razonable.

Si somos capaces de satisfacer las necesidades que permiten a las personas conectarse con su trabajo a nivel emocional, social e intelectual, conseguiremos que encuentren un sentido a lo que hacen.

El compromiso, la participación y la implicación se sustentan sobre tres acciones que es preciso emprender:

• Alinear los resultados del negocio y la estrategia:
  
  O lo que es lo mismo, que las personas sepan hacia dónde va la organización, lo que se está haciendo para llegar allí, cómo pueden contribuir a conseguirlo y qué hay para ellos cuando lo logren.
  
  
• Abanderar la marcha:
  
  Es lo que coloquialmente se denomina “predicar con el ejemplo”, es decir, aplicar los sistemas a todos los niveles de la organización, empezando por la dirección. Conseguir que fluya la información en todas direcciones. Reforzar las prácticas correctas y no hacer oídos sordos de los desmanes de unos pocos, ni silenciar los errores.
  
  
• Asociar la evaluación a la mejora continua, sin juicios:
  
  Hacer algo sin saber el por qué, ni el cómo, produce desánimo. Sentirse permanentemente evaluado pero sin alternativas para la mejora fomenta la pasividad y el descrédito. Por el contrario, una evaluación que ayude a entender el nivel de contribución y las vías de mejora, motiva. Y motiva más aún si son las personas las que pueden llevar registro y control de su propia situación y comportamiento.

Son tres acciones que se retroalimentan entre sí, es decir, mientras más se refuerce el alineamiento, más exactamente se podrán evaluar los resultados, más adecuadas serán las acciones de mejora y más confiará todo el mundo en el sistema, avanzando así en una misma dirección.

Podéis contactar con nosotros si deseáis ejemplos concretos de proyectos puestos en marcha por nuestro equipo para alinear, comprometer y evaluar mediante la puesta en marcha de estas acciones.