Neuronas espejo y aprendizaje
Las neuronas espejo son aquellas que nos permiten imitar acciones mediante la mera observación. Se activan a modo de reflejo, poniendo en práctica lo observado.
Intervienen en el proceso de aprendizaje de los humanos y son las que permiten que en gran medida se activen el entendimiento y comprensión de las personas hacia una determinada tarea previamente observada. Mediante la imitación, se consigue que las personas avancen en cada proceso a desarrollar o al menos se involucren más ya que: aprenden haciendo.
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.”
Benjamin Franklin (político, científico e inventor estadounidense)
El proceso de aprendizaje es más enriquecedor cuando se realiza en grupo porque se crea un ámbito en el que los sujetos interactúan poniendo de manifiesto sus inquietudes y preguntas que de otro modo (sobre todo de manera individual), no resulta tan fructífero, así pues, está demostrado que el ser humano no aprende de igual forma en aislamiento que con la ayuda del grupo.
Desde su descubrimiento, se está comprobando cómo precisamente las neuronas espejo fueron las que marcaron el inicio de la interacción social además de explicar en buena parte el modo en que nos comunicamos, la comprensión y la empatía social.
Cuando nos preguntamos a cerca de la condición humana, por ejemplo sobre cómo conectamos con los demás, surge la competitividad como uno de los principios de la supervivencia, pero cuando tratamos de ir más allá, cuando nos paramos a pensar por qué hacemos las cosas, y cómo entendemos a los otros surge algo más que la mera competición.
"Llegamos al mundo con las conexiones necesarias para la empatía y la colaboración, y la evolución nos preparó para cuidar, no sólo para competir.”
George Lakoff (profesor e investigador de la teoría neuronal del lenguaje)
A medida que avanzan las investigaciones en este campo se detectan más estudios que parecen ser la clave para investigar trastornos relacionados con las habilidades sociales.